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EÍDOS 20
2022
urbana y reestructuración, especialmente
para la población más vulnerable, como
la creación de fuentes de abastecimiento
herméticos de agua en los hogares,
dotación de alcantarillado que sea
resistente al clima, tuberías, saneamiento,
recolección adecuada de desechos
sólidos, remodelación de puertas y
ventanas en los hogares para evitar el
ingreso de mosquitos, entre otros (ONU-
HABITAT, 2021, Charlesworth, Kligerman,
Blackett y Warwick, 2022).
En cuanto a la pandemia de
COVID-19, a sus inicios debió crearse
zonas de refugio para las personas que
requerían ser aisladas y que vivían en
hacinamiento con otras personas (CEPAL,
2021). Al momento, crear espacios seguros
con viviendas de emergencia que tengan
una distribución adecuada de los espacios
internos, especialmente para quienes se
encuentran en condiciones vulnerables,
puede ayudarnos a mejorar la calidad de
vida de los habitantes y disminuir la tasa de
contagios, no solo de COVID-19, sino de
otras enfermedades transmisibles (ONU-
HABITAT, 2021). Es responsabilidad
de los arquitectos, urbanistas y
trabajadores de la construcción crear
espacios habitables y accesibles que no
contribuyan a la incubación de nuevas
enfermedades transmisibles. Esto se
puede hacer a través de la construcción
de más espacios públicos abiertos, más
zonas verdes, espacios que alivien la
congestión que favorece la propagación
de enfermedades infecciosas (Alirol et al.,
2011). Las áreas urbanas podrían brindar
oportunidades para una mejor gestión de
enfermedades y vigilancia en colaboración
con las comunidades. La planicación y
gestión urbana deben ser participativas
e inclusivas, de manera que contribuyan
a mejorar la seguridad y la sostenibilidad
de las ciudades, al igual que mejorar
las condiciones de los asentamientos
marginales (HABITAT III, 2017).
Es importante también realizar
inversiones en transporte público y crear
rutas que incentiven al uso de medios
de transporte alternativo no motorizado;
además se pueden evitar aglomeraciones
en el transporte público al acercar
negocios, tiendas o servicios a las zonas
superpobladas para que la gente no
tenga que recorrer largas distancias
contar con un sistema de salud precario
y un manejo inadecuado de recursos por
parte de los gobiernos, sino también por
exponer la desigualdad socioeconómica
de muchas familias, quienes vivían en
situaciones precarias y de hacinamiento.
A esto se suma, la alta auencia migratoria
que se asienta en zonas urbanas de
escasos recursos y aumenta la densidad
de la población y el número de contagios
(Chaucai, 2021). La evidencia cientíca
señala que, en lugares poco ventilados o
cerrados, la transmisión del virus es mayor;
y muchas familias de escasos recursos
económicos suelen vivir en lugares
pequeños, habitaciones compartidas, con
poca ventilación y distanciamiento físico
inadecuado, por lo que fueron las más
afectadas en esta pandemia (Ravallion,
2020.). Además, muchas personas que
utilizan medios de transporte públicos
(p. ej. bus) para trasladarse a su lugar
de trabajo, se contagiaron debido a la
aglomeración, por lo que tuvieron que
aislarse y ausentarse laboralmente, lo
cual afectó más aún su economía y la
productividad en muchas empresas,
incrementando también el problema
económico en el país (Naciones unidas,
2020).
El control de estas enfermedades
transmisibles es una tarea compleja;
desde una perspectiva biomédica, se ha
implementado el desarrollo de vacunas
y medicamentos; estrictas medidas de
control de vectores mediante el uso
de nuevos insecticidas y mosquitos
modicados genéticamente (Gubler,
2015; Paul, Sousa, Sakuntabhai y Devine,
2014). A pesar de que estos enfoques son
necesarios, son complementarios a causas
más fundamentales de transmisión de
enfermedades infecciosas como son los
factores socioeconómicos e inequidades
que hemos mencionado y la baja calidad
de vida que se presenta en el ambiente
construido de las ciudades. Por lo tanto, es
necesario buscar soluciones permanentes
que logren tener mayor impacto en el
control de enfermedades. Es importante
el compromiso político y colaboración
regional de los gobiernos que cumplan
con los planes propuestos, en conjunto
con el aporte de los planicadores
urbanos y diseñadores de espacios
públicos, quienes deben enfocarse en
desarrollar estrategias efectivas de salud
ISSN:1390-5007 MONTESINOS-GUEVARA, et al. - Relación entre la estructura urbana y la transmisión de enfermedades infecciosas pp. 13-19