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2023
1Javier Eduardo Benavides Alvarez, 2Nataly Lucía Revelo Morales
1Ponticia Universidad Católica del Ecuador, jebenavides@puce.edu.ec,
ORCID: 0009-0006-0846-6712
2Ponticia Universidad Católica del Ecuador, nlrevelo@puce.edu.ec, ORCID: 0000-0003-4968-1612
El problema de la forma como propuesta metodológica:
El caso de los Talleres de Diseño Arquitectónico y Urbano
de la PUCE FADA de 2019 a 2022
The problem of form as a methodological proposal: The case of the PUCE
FADA Architectural and Urban Design Workshops from 2019 to 2022
EÍDOS No22
Revista Cientíca de Arquitectura y Urbanismo
ISSN: 1390-5007
revistas.ute.edu.ec/index.php/eidos
Resumen:
En un contexto donde se promueve una formación
subjetiva y no disciplinar de la arquitectura, la
presente propuesta metodológica nace como una
crítica constructiva a períodos lectivos anteriores. Así,
se ha visto la necesidad de reformular la enseñanza
de la arquitectura retomando sus conceptos, reglas
y fundamentos universales, tanto arquetípicos como
racionales. Con el afán de que los estudiantes
adopten un bagaje de herramientas y teórico
para la comprensión de la sintaxis y composición
arquitectónica, por medio de ejercicios que van desde
un reconocimiento más allá de lo gurativo hacia un
entendimiento abstracto de la forma y su posibilidad de
aplicación en un proyecto arquitectónico concreto. El
objetivo de los resultados de la presente metodología
es que el aspirante a arquitecto tenga conciencia
objetiva de sus decisiones de diseño, materializadas
en proyectos racionales, lógicos y coherentes. Estos
son los resultados de una metodología activa con
resultados prácticos, propuesta en la Facultad de
Arquitectura, Diseño y Artes (FADA) de la Ponticia
Universidad Católica del Ecuador (PUCE) durante los
períodos lectivos comprendidos entre 2019 a 2022.
Palabras clave: arquitectura, composición,
metodologías, sintaxis arquitectónica.
Abstract:
In a context where a subjective and non-disciplinary
formation of architecture is promoted, the present
methodological proposal is born as a constructive
criticism of previous academic periods. Thus, the
necessity to reformulate the pedagogy of architecture
retaking its concepts, rules and universal foundations,
both archetypal and rational. With the desire that
students adopt a tool and theoretical baggage of
understanding of syntax and architectural composition
through of exercises that go from a recognition beyond
the gurative towards an abstract understanding of
the form and its possibility of application in a specic
architectural project. The objective of the results of this
methodology is that the aspiring architect is objectively
aware of his design decisions, materialized in rational,
logical and coherent projects. These are the results
of an active methodology practical results, proposed
at the School of Architecture (FADA) of the Ponticia
Universidad Católica del Ecuador (PUCE) during the
school periods between 2019 and 2022.
Keywords: Architecture, Architectural sintax,
Composition, Methodologies.
BENAVIDES, J., REVELO, N. - El problema de la forma como propuesta metodológica: El caso de los Talleres de Diseño Arquitectónico y Urbano de la PUCE FADA . pp. 61-71 ISSN:1390-5007
Recepción: 10, 04, 2023 - Aceptación: 15, 05, 2023 - Publicado: 01, 07, 2023
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1. REFLEXIONES CRÍTICAS COMO
REFORMULACIÓN DE LA ENSEÑANZA
DE LA ARQUITECTURA
Al momento de abordar la
enseñanza de la arquitectura en los niveles
formativos surgen muchas interrogantes,
en muchos de los casos son más para
los profesores que para los estudiantes.
Tomando en cuenta a Franco Purini, en su
afán por criticar la coyuntura académica
del postmodern1, donde de manera muy
similar a la coyuntura actual de los años
veinte del siglo XXI, dijo:
hasta el año 2019 cuando realmente se
propuso la ambición de que estudiantes
terminen su primer semestre con una
aproximación al proyecto arquitectónico.
El problema radicaba en que
las propuestas metodológicas hacían
mucho hincapié en procesos subjetivos e
intuitivos. Si bien, no está mal un empirismo
intuitivo, no se llegaba a equilibrar ningún
proceso racional, por lo que la crítica
tenía la tendencia a ser nula. Más bien, el
exceso de subjetividad daba demasiada
libertad al estudiante cuando en primer
lugar necesitaba herramientas de diseño.
Así, su argumentación sería racional y no
relativa. El relativismo viene a ser muy
peligroso dentro del campo de la crítica
puesto que deshabilita al docente el poder
evaluar con objetividad. Además de dotar
de un poder ‘sobrenatural’ de persuasión
al estudiante al momento de ‘justicar’
o exponer su proyecto, ‘engañando’ y
‘maquillando’ así la falta de objetividad
y racionalidad en los resultados de sus
trabajos.
En la época de la Ilustración,
Claude Nicolas Ledoux en su libro La
Arquitectura, ya anticipaba:
No hay otro lugar fuera de
la escuela donde se pueda aportar
positivamente por el futuro: para los
estudiantes, la tarea mayor, para nosotros,
los profesores, la responsabilidad de
“complicar” esta tarea multiplicando
las DUDAS y las incertidumbres, pero
corrigiendo estas dicultades con nuestro
empeño cotidiano. (Purini, 1984, p. 36)
En la mayoría de las escuelas de
arquitectura, la génesis de la formación
arquitectónica tiene una cualidad, y es
que esta no es disciplinar, sino que aborda
complejidades extra-arquitectónicas2.
Por lo tanto, la crítica de la que parte la
presente investigación aplicada está
dirigida hacia la falta de una enseñanza
disciplinar en la coyuntura local e incluso
regional. De igual forma, Daniela Vitale dijo:
“La arquitectura es confundida a menudo
con algo ajeno a ella, es confundida
con problemas y con disciplinas que
se intereren en ella, pero que no son
arquitectura” (en Bonfanti et al., 1979, p.
286).
Cabe destacar que, los autores del
presente artículo fueron formados bajo una
metodología muy acertada en su tiempo,
no obstante, poseen ciertas falencias
al momento de abordar el proceso de
enseñanza-aprendizaje del proyecto
arquitectónico. Por lo general, el proceso
de aprendizaje práctico de la arquitectura
se lo suele hacer a través de talleres de
diseño arquitectónico. Sin embargo, el
primer taller que enfrenta el estudio de
proyectos no suele ser abordado el hasta
segundo año en la mayoría de las escuelas.
A pesar de que, en el año 2008 se apostó
a un rediseño3 en la FADA4 en donde Taller
de diseño arquitectónico I tenía desde ya
una complejidad arquitectónica. No fue
La mera instrucción es un lastre;
el que da el tono perpetúa sus ideas, y
solo está bien lo que él maniesta. ¿Qué
sucede si es elocuente? Persuade, engaña,
raramente realiza lo que dice. (...) Si el
proyecto sometido a discusión es mediocre,
provoca la indulgencia y se asegura la
protección: se enaltece la mediocridad
para escalar un peldaño más. ¿Qué sucede
cuando es bueno? Exacerba, en secreto, el
amor propio; hace salir a la luz a los serviles
detractores que le contraponen el método
y la rectitud5, la sublimidad de los tontos.
(Ledoux, 1994, p. 22)
De tal modo, los estudiantes caen
víctimas de hacer uso de la ‘libre opinión’
versus la crítica racional. Es conocido que
Platón contraponía los términos episteme
y doxa, donde el primero signica
‘conocimiento universal’6 mientras que
el segundo es la mera ‘opinión’7. Antonio
Miranda hace hincapié en esta dualidad
deniendo que la opinión “no es fruto de
la razón sino, por el contrario del ocio
mental” (2008, p. 67) Respecto a estos
dos conceptos, en otro libro, Arquitectura
y verdad, dice respecto a esta dicotomía:
Doxa (opinión o ideología) vs. Episteme
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(Ciencia o Teoría) expresa [...] la oposición
entre falsedad denitiva instalada y verdad
provisional en marcha”(Miranda, 2013, p.
104).
Por lo tanto, la crítica de la que
parte esta apuesta metodológica es:
- La falta de coherencia y racionalidad en
los procesos de diseño y/o creación.
- Una evidente evasión de la disciplina
arquitectónica.
La preponderancia de lo subjetivo
particular sobre lo objetivo y fundamental.
2. LA COMPRENSIÓN DE LA FORMA
ARQUITECTÓNICA COMO GÉNESIS
PROYECTUAL
Sintaxis y semántica de la
arquitectura.- Al momento de plantear
una metodología enfocada en temas de
composición como punto de partida en la
formación del arquitecto, es interesante
exponer una analogía con la educación
básica: se suele enseñar a leer y
escribir. Cabe señalar que, bajo ninguna
circunstancia se estaría coartando la
imaginación y la creatividad. Más bien,
lo contrario: se brinda al estudiante
una serie de recursos herramentales
para que pueda construir y plasmar
sus propios pensamientos en textos8.
Por consiguiente, en la arquitectura
sucede lo mismo; se dota al estudiante
de una serie de recursos compositivos
para que pueda discernir y organizar
la construcción del espacio. Es decir,
un entendimiento de la ‘sintaxis
arquitectónica’9 como insumo objetivo
y fundamental de la composición en el
proyecto arquitectónico.
De este modo, se busca una
comprensión del ‘lenguaje’ de la
arquitectura. Finalmente, la articulación del
lenguaje se materializará en un signicado,
es decir, el entendimiento de la semántica10;
por ejemplo: una línea que se convierte en
viga o el plano que se convierte en muro.
Es así, como se maniesta la congruencia
entre forma, estructura y nalidad; sintaxis
y semántica arquitectónica trabajadas
de manera integral. Para Peter Eisenman,
arquitectura es “en esencia, el acto de dar
forma a la intención, la función la estructura
y la técnica” (2017, p. 25). Dentro de esta
visión, establece dos categorías para el
concepto de ‘forma’: la “genérica” y la
“especíca”. La etimología de la palabra
forma, en griego clásico, está directamente
relacionada con la palabra eidos o idea,
que signica ‘forma aparente’. Por lo
cual, para Eisenman, forma genérica es
concebida en un sentido platónico como
una entidad universal y abstracta que
“puede denirse y que posee sus propias
leyes internas” (2017, p. 26). Mientras
que “forma especíca” relacionada con
la palabra morphé, forma visible o gura,
se entiende como conguración concreta,
real y tangible.
Con dicho planteamiento podemos
conciliar el conocimiento sensible e
intangible a la vez sin necesidad de caer
en el cliché de la “forma por la forma”11 o
“la composición plástica”12, sino en una
reconciliación entre lo abstracto y lo real,
entre idea y materia, entre composición y
construcción. Por lo tanto, la posibilidad
de materialización, por lo que se plantea la
premisa de que, todo acto compositivo o
sintáctico, tendrá una nalidad disciplinar.
Como suele ser habitual, en vez de
contraponer, tanto una visión pragmática y
tangible, como una visón ideal y abstracta,
se puede aprovechar la oportunidad para
conciliar dicha dicotomía; asociando una
visión como la de Boullée cuestionando a
Vitruvio:
¿Qué es la arquitectura?, ¿debería
acaso denirla, con Vitruvio, como el arte
de construir? No. Esa denición conlleva
un error terrible. Vitruvio confunde el efecto
con la causa. Hay que concebir para
poder obrar. Nuestros primeros padres no
construyeron sus cabañas sino después de
haber concebido su imagen. Esa creación
que constituye la arquitectura es una
producción del espíritu, por medio de la
cual podemos denir el arte de producir y
de llevar a la perfección cualquier edicio.
(Boullée, 1985, p. 41)
Sin el afán de caer en el agotador
e inútil proceso de tener una visión
panorámica de deniciones de muchos
arquitectos, podríamos sintetizarla con la
mencionada dicotomía y concluir que: la
arquitectura no es más que la concepción
y construcción del espacio donde habita13
el ser humano.
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Es importante la comprensión del
juego de palabras; puesto que concebir,
parecería estar relacionado con la
composición, mientras que construir,
con la edicación en ciertos casos. Pero
también como proceso de organización;
son palabras que tienden más hacia la
complementariedad que a la dicotomía.
Así se retoma la postura de algunos
constructivistas rusos del siglo pasado,
entre ellos Iakov Chernikov que aclaraba
el término konstruktsiia del cual deriva
konstructivism donde este es un término
esencialmente abstracto, que denota la
capacidad de organizar o estructurar
ideas, conjeturas losócas, literarias o
lingüísticas. Diriendo del término ruso
stroitelsvo que denota construcción física
o aedicatoria (Cooke, 1984, p. 9).
Una vez claricado el concepto de
“konstruktsiia”, comprendemos que una
composición concreta o ‘construcción’
no requiere su materialización física
literal para vericar su sentido edilicio.
Por ello, un plano que no se ha edicado
puede ser arquitectura, como un libro
no leído es literatura o una partitura no
interpretada es música. Todas ellas ya
son construcciones racionales.
Dentro de esta comprensión
conceptual/constructiva, abstracta/
concreta, inteligible/sensible podemos
ejemplicarla con un caso paradigmático;
al estar la composición dentro de los límites
ideales y conceptuales, imaginemos
la planta del Danteum de Terragni en
términos compositivos: “¿qué elementos o
conceptos que conciben una composición
espacial vemos allí? Allí vemos ideas y
conceptos tan universales, tales como
líneas, planos y puntos racionalmente
articulados.” (Los Autores, 2020)14
Solamente cuando adquiere sentido y
se materializa en una construcción15,
los entenderemos como elementos
arquitectónicos que constituyen el espacio
habitable.
Es preocupante que la academia
intente irse a los extremos dentro de las
esferas edicatorias o compositivas, casi
siempre cayendo en dogmas pragmáticos o
dogmas abstractos. Por ello, la divulgación
del presente resultado académico busca
vincular los dos tipos de conocimiento
perceptibles por el ser humano para
aglutinarlo en un solo lenguaje. Una
relación que actúa como génesis de
trabajo proyectual que fusiona “ontología y
morfología” (Eisenman, 2017, p. 18).
Contextualización de la enseñanza
de la disciplina arquitectónica. No causará
sorpresa que la historia tiende a repetirse
casi un siglo después; coyunturas
similares a la de los años veinte del siglo
pasado con sucesos de incertidumbre16,
nos plantea la siguiente interrogante: ¿Es
necesario revolucionar la enseñanza de
la disciplina? De hecho, tanto en 1917
y 1919, nace la Vhutemas y Bauhaus,
respectivamente. Sin embargo, estas
dos escuelas, si bien buscaban plantear
nuevas metodologías que revolucionasen
la enseñanza, en el aspecto conceptual
se remitían a conceptos atemporales
y arquetípicos. Aquel logos universal
del que habla Miranda (2013), o como
señalaría Purini (1980, p. 93) cuando
menciona sobre la “creatividad indirecta”:
“una creatividad aplicada a materiales ya
formados precedentemente, que se va
congurando como una simple tarea de
adaptación y reutilización de elementos.
¿los mismos New York Five Architects no
se mueven acaso en la misma lógica?”
y se podría añadir a Rossi, Malevich, El
Lissitzky, Kandinsky, Boullée, Palladio.
Así hasta llegar al origen de nuestra
civilización.
Hubo momentos históricos,
como el Renacimiento, la Ilustración y el
Movimiento Moderno; siglos XV, XVIII y
XX respectivamente, donde de manera
revolucionaria, se tenía la esperanza de
“refundar” el mundo desde sus orígenes o
fundamentos. La oportunidad de empezar
todo desde sus cimientos (Chastel y Klein,
1971).
Sin embargo, cabe destacar
que dicha búsqueda racional en los
mencionados períodos históricos no radica
en una gramática, estilo o apariencia, sino
en sus ideas y conceptos, y dejando de
lado cualquier alusión historicista. Todos
estos momentos no revolucionan más que
remitiéndose al «arjé» u origen, es decir a
las condiciones arquetípicas y universales
de una «primera causa». Recordemos a
Santo Tomás de Aquino cuando cita a San
Agustín de Hipona en su denición de las
ideas:
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Las ideas son ciertas formas
especiales, o razones de las cosas,
estables e inmutables, porque no han
sido formadas, y por ello son eternas y
permanecen siempre en el mismo ser, que
están contenidas en la inteligencia divina.
Pero, no obstante que no nacen ni mueren,
sin embargo, con arreglo a ellas se dice
que está formado todo lo que puede nacer
y morir y todo lo que nunca muere” (Suma
Teológica, 1q. 15 a.2).
Parece ser que se crea por
necesidad de poner orden. Se reconoce
como seres organizados a los que ponen
orden. El hombre es un animal ordenador;
es ordenador porque su conocimiento del
mundo procede de sus movimientos y
de los movimientos relativos a su cuerpo,
resultantes de la explicación geométrica
que él les ha dado (Jeanneret y Ozenfant,
2004, p. 105).
Así, el Taller de Diseño Arquitectónico
y Urbano I (DAU I) de la FADA, busca
reivindicar conceptos fundamentales y
universales de la disciplina arquitectónica,
pero su vez, plantea una ‘re-evolución’
de los métodos de enseñanza. Una
revolución puede implicar varios caminos;
ya sea por reivindicación, contraposición
o reinterpretación. Estos tres caminos nos
anticipan el concepto de mímesis, el cual
busca remitirse a la esencia racional de las
cosas.
El problema de la forma en la
actualidad. - Por lo cual, este preámbulo
plantearía otra pregunta: Si tan
“revolucionario” plantea ser el DAU 1, ¿no
termina siendo este ‘anacrónico’ y ‘caduco’
en vez de innovador? Esta eterna dicotomía
se ha manifestado a lo largo de la historia.
Por lo tanto, si las ideas son las
formas, y son el arjé, son atemporales,
puesto que el origen no es el pasado,
no tuvo inicio, no tendrá n. Siempre es
actual. Gaudí solía decir que para buscar
la originalidad había que retornar al origen
(Casanelles y Tarragó, 1991, p. 78). Y
Picasso decía: “no quiero ser moderno,
sino eterno”. Como también Eisenman
menciona, que “es posible concebir una
gama innita de formas especícas que
abra la posibilidad de una interpretación
racional basada en un número limitado de
universales formales” (2017, p. 73).
Al referirnos a este término,
hablamos de la concepción por medio
de conceptos abstractos y universales
con los cuáles se dene una idea. Así la
concepción y la composición signican
crear; es decir, poner en orden las ideas.
Y, si las ideas ya existen, poner en orden
lo existente.
En el libro Acerca del purismo, Le
Corbusier dijo:
De tal modo, el creador no
inventa nada. Si las ideas ‘eidos’ o
‘formas’ ya existen, lo que hay que
hacer es organizarlas. Así la poiesis ve
la luz gracias a su Demiurgo17; creador
como organizador, arquitecto como
intermediario, entre el mundo metafísico y
el mundo tangible.
3. DE LO ABSTRACTO A LO TANGIBLE
Y PERCEPTIBLE
Concepto de poiesis, mímesis y
catarsis aplicados al acto creativo. - En
muchos casos los procesos creativos
suelen ser abordados con prejuicios.
Tal es el caso de la misma creatividad,
que según la RAE es la “capacidad
de creación o facultad de crear”, sin
embargo, dicha palabra a caído víctima
de tergiversaciones, llegando a desligarse
totalmente de un entendimiento de
procesos racionales.
En muchas discusiones
académicas se ha cuestionado cómo
fomentar a que los estudiantes sean
más ‘creativos’, pero al no tener una
comprensión metodológica, no se
llegan a consolidar procesos, sino actos
subjetivos que desembocan en obras
carentes de coherencia que no tienen otra
alternativa de ser validadas por medios
verbales o ajenos al proceso racional de
creación. Como resultado, sin un proceso
metodológico los productos tienden a caer
en la sinrazón. La búsqueda metodológica
que se planteó fue que los resultados no
fuesen producto de arrebatos ‘viscerales’
sino de meditaciones ‘intelectuales’.
En Principia Architectonica, Alberto
Campo Baeza dice:
La Arquitectura, como la Poesía,
no nace de repente ni es producto de un
arrebato. La poesía es de una precisión
implacable y no sólo necesita de una idea de
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La precisión de la que habla
Campo Baeza, puede entenderse como un
resultado en el cual nada sobra ni falta, y
para dicha precisión es pertinente recalcar
que se la obtiene a través de un proceso
racional. Esto es el ‘método’ o lo que en la
academia habitualmente se le denomina
“metodología”, el cual en su etimología se
interpreta como n determinado o ‘meta’
conseguida por un proceso o camino
hodos. Así, el método se convierte en
una articulación de fases creativas de las
cuales podemos tomar de referencia tanto
al idealismo platónico como al pragmatismo
aristotélico. Como consecuencia se ha
propuesto una base herramental para
los procesos de diseño arquitectónico
aplicando una triada conformada por la
relación entre poiesis, mímesis y catarsis.
En este contexto para entender la
exigencia de “creatividad”, entiéndase a
esta como capacidad creadora, que se
remite al concepto de poiesis18. Cuando
Campo Baeza (2012) comenta sobre la
precisión y una métrica impecable de
la poesía, especulamos que hace una
alusión en el contexto del Arte Poética de
Aristóteles. Donde se entiende a la poética
o poiesis como una creación pensada y
meditada. Así, Aristóteles, nos muestra
una apología en que el arte es ‘producción’
y no ‘reproducción’, por un momento
alejándose de Platón, quien sostenía que
el artista hace copias imperfectas de
las copias al representar algo. De la tal
manera, el artista o poeta crea, pero no
copia. Se le atribuye a Picasso haber dicho
que: “El mal artista copia, el bueno roba”,
como también “no quiero ser moderno,
sino eterno”. Interesante la reexión al
momento de tomar ciertas deniciones;
la copia como réplica ingenua e irracional
carece de cualidades autónomas que
tiene una creación o acto poético. Puesto
que las obras producto de la poiesis no
son producto del cliché o la moda, son
trascendentes y por lo tanto, válidas para
todas las generaciones.
Visualicemos las Meninas de
Velázquez que son la referencia para las
Meninas que hace Picasso en el siglo XX. En
este caso, Picasso ha robado a Velázquez
para volverle suyo y dar su propia versión
del mismo tema. Por citar otro caso, la
Basílica del Voto Nacional, viene a ser una
copia de cualquier catedral gótica del norte
europeo; sin embargo, la Nueva Galería de
Berlín, es lo que Mies ha robado de los
templos clásicos. Es robo porque no lo ha
copiado, lo ha hecho propio y ha creado
algo absolutamente nuevo a partir de allí
(Los Autores, 2020)19.
lo que se quiere decir. Esa idea debe además
ser expresada, traducida, con palabras muy
exactas y colocadas con tanta precisión que
sean capaces, una vez construido el poema,
no solo de parecer que todo allí se ha hecho
con la mayor naturalidad, sino además,
de remover nuestro corazón, de detener
el tiempo. Eso es la poesía. Así debe ser la
arquitectura (2012, p. 17).
Para ser poéticos o creadores,
y comprendiendo que no es la mera
reproducción de modelos o ideas. Es
fundamental entender el concepto de
“imitación” o mejor conocido como
“mímesis”. La imitación o mímesis, suele
ser muy mal entendida, es decir, como la
imitación literal. Sin embargo, esta tiene
una connotación muy diferente. La mímesis
no es más que el entendimiento racional
de las cosas. Por ende, no se copia las
cosas, sino que se entiende la esencia
racional de las mismas. Miranda (2008,
p. 115) dice que el arquitecto “no copia
formas, sino la razón de las formas”, o bien,
“[…] que no imita con obligada torpeza los
objetos naturales sino su poética o modo
de hacerse”. Así un creador no crea nada,
solamente organiza lo que hay: las ideas
o eidosexistentes. Es decir: la labor del
Demiurgo.
Por consiguiente, la herramienta
para lograrlo es el dominio o la técnica
del ocio; la techné. El dominio de las
destrezas son las que Aristóteles denomina
“Frónesis” (Curran, 2016, p. 43), donde
las ideas del mundo abstracto adquieren
sentido a través del orden para convertirse
en objetos del mundo concreto a través de
un proceso de materialización que implica
un conocimiento técnico.
Finalmente, falta un último aspecto;
la consecuencia intangible del objeto
que incide directamente en el sujeto
que la percibe: la catarsis. La nalidad
de la experiencia frente a obra poética
es esta última fase. La catarsis como la
purgación espiritual, sensorial y subjetiva
que experimenta el destinatario de la
obra frente a la obra. Así, la obra llega a
conmover de manera inconmensurable
frente a un proceso conmensurable.
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Con esta triada clásica, podemos
reunir las fases de la proyección
arquitectónica tanto en sus aspectos
abstractos o inteligibles, aspectos físicos
u objetuales y por último aspectos
sensoriales y perceptuales.
4. APLICACIÓN Y VERIFICACIÓN EN LA
PRÁCTICA
El espacio arquitectónico enlaza
de manera continua los límites físicos
y el vacío. Para ello existen diferentes
procesos, que en su mayoría parten de
una idea hasta que esta termina siendo
materializada. Dar forma a estas ideas,
permite vincular el pensar y el hacer,
incluyendo la función y la estructura de una
obra. De acuerdo a ello, la arquitectura va
más allá de una producción poética; si bien
estas intenciones son las que generan un
proyecto, siempre va a existir una acción
que permite desarrollarlas. Por esta razón,
no se puede hablar de improvisación o
inspiración metafórica, pues la Arquitectura
se puede limitar a una valoración
completamente subjetiva e interpretativa.
Así también, es importante
comprender que dentro del proceso
creativo intervienen tanto la parte artística
como técnica, por lo cual este proceso
no es lineal. Las ideas, intenciones,
condiciones y soluciones de diseño pueden
ser abundantes, e incluso van a depender
del autor. Aún en esta diversidad, no se
puede dejar de lado que existen elementos
y conceptos universales que son parte
intrínseca de la arquitectura, que han
acompañado y trascendido diferentes
épocas pues signican el lenguaje propio de
la disciplina. El problema de la forma es uno
de ellos, por lo que abordarlo como parte
inicial del estudio de la arquitectura permite
dar una visión holística de la carrera.
Desde esta instancia, la
metodología aplicada en el taller de
Diseño Arquitectónico y Urbano I, busca
que el estudiante entienda la sintaxis y la
semántica del lenguaje arquitectónico, y
lo pueda emplear desde la composición.
Es así que, para el entendimiento inicial
de la arquitectura, se direcciona el
aprendizaje desde tres tópicos: observar,
crear y tomar conciencia, composición del
espacio bidimensional y tridimensional, y
aproximación al espacio arquitectónico.
Theorein Architectonica.- En la
primera temática, el objetivo principal
se centra en descubrir y deducir. El
punto de partida es aprender a mirar,
rompiendo el esquema mental con el cual
llega el estudiante que ingresa a estudiar
Arquitectura. Una observación consciente
y a la vez ‘infraordinaria’20 es el primer
acercamiento al desarrollo espacial y
perceptivo que se requiere. Después de
ello, se busca que el estudiante entienda
la abstracción de manera intuitiva,
descubriendo los elementos fundamentales
de la forma y sus interacciones. Con esta
comprensión, se puede pasar a un proceso
de mímesis, mediante el cual se pretende
entender la razón detrás de las cosas, de
todo lo que se observa y se encuentra
alrededor. Esto no involucra copiar sino, a
partir de la síntesis, abstraer la esencia y la
forma pura de todos lo que está dispuesto
en la realidad. El estudiante ha empezado
a racionalizar los conceptos y elementos
relacionados con la forma desde un punto
de vista más abstracto, pero a la vez
alcanzando un entendimiento de las cosas
per se.
Continuando con la misma línea
de este proceso, es importante también
comprender la arquitectura desde la
Figura 2. Abstracciones bidimensionales.
Elaboración: Taller DAU I PUCE - FADA., 2019
Figura 1. Mirada infraordinaria.
Elaboración: Taller DAU I PUCE - FADA., 2021
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técnica y la construcción. De acuerdo con
lo mencionado anteriormente, las ideas
se conciben para luego materializarse,
empleando para ello los elementos
y conceptos aprehendidos hasta el
momento. La aplicación, en esta primera
fase, forma parte del pensamiento
propio del estudiante, concatenado a la
racionalidad de la arquitectura desde el
aprender haciendo.
Poiesis Architectonica.- Con
este bagaje que incluye observación,
exploración y conocimiento del lenguaje
arquitectónico, se da paso a la temática
de la composición bidimensional y
tridimensional. El objetivo es justamente
componer desde una visión racional,
utilizando los elementos arquetípicos
o conceptuales que forman parte del
diseño y el espacio. Entenderlos así,
como componentes formales autónomos,
dispuestos desde diferentes formas
de organización, utilizando principios
compositivos y trazados que regulan
una composición, permite proyectar las
ideas e intenciones que se generan en el
proceso de diseño con la racionalidad que
se plantea. Nuevamente, el proceso no es
lineal, por lo que el estudiante entiende las
dos dimensiones y las tres dimensiones
llevando el desarrollo compositivo en
paralelo. No existe una única forma de
crear o diseñar, por lo que existen unas
intenciones objetivas que se proponen y
que pueden ir desde el 2D al 3D o viceversa,
incluso de manera simultánea o paralela.
Es importante una comprensión práctica
de lo que se realiza, y aquí la prueba y
error es fundamental en el proceso de
diseño y composición. Entender el porqué
de cada elemento utilizado, desarrollar la
percepción espacial, visualizar el modelo
de acuerdo a las ideas propuestas, es lo
que se busca alcanzar en esta fase.
Praxis Architectonica.- Como
temática nal se encuentra la aproximación
al espacio arquitectónico, cuyo objetivo
es aplicar la composición en el proyecto.
Después de haber obtenido todos los
insumos necesarios, se pueden plasmar las
ideas mediante un lenguaje claro, siendo la
composición, el medio que genera orden y
sentido en el espacio. Todo decanta en un
proyecto arquitectónico que es coherente
en su forma, función y organización. Como
lo menciona Campo Baeza en su escrito
Mecanismos Arquitectónicos (2017), “Las
ideas en arquitectura, al nal siempre
se traducen en formas. Y las formas
en arquitectura tienen proporciones y
medidas y materiales concretos”. Es así
que forma, composición y arquitectura se
van entrelazando, siempre con n en el
desarrollo espacial que es el resultado al
que se quiere llegar.
Aunque existen diferentes
complejidades que la arquitectura busca
resolver, en el nivel inicial que corresponde
al taller de Diseño Arquitectónico y Urbano
I, se concluye abordando la problemática
de la forma y composición desde los
parámetros de orden y sentido a las
ideas que se plantean. La arquitectura no
deja de conmover y emocionar, pero no
lo hace desde la palabra que se emite,
sino desde la idea materializada que
esta reeja. Por lo tanto, el manejo del
orden y la racionalidad no van a excluir la
creatividad propia de la arquitectura, sino
que permiten cohesionar la lógica con la
sensibilidad que, de manera intrínseca,
también posee.
Figura 4. Aproximación al Espacio.
Elaboración: Taller DAU I PUCE - FADA., 2022
Figura 3. Composiciones tridimensionales.
Elaboración: Taller DAU I PUCE - FADA., 2020
ISSN:1390-5007 BENAVIDES, J., REVELO, N. - El problema de la forma como propuesta metodológica: El caso de los Talleres de Diseño Arquitectónico y Urbano de la PUCE FADA . pp. 61-71
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5. RESULTADOS
La metodología aplicada en el
taller de Diseño Arquitectónico y Urbano
I durante los períodos académicos 2019
a 2022, se enfoca en la comprensión del
lenguaje arquitectónico, el entendimiento
de la forma, y su aplicación desde la
composición del espacio y sus elementos.
La concepción de una idea que va a ser
materializada desde un sentido de orden
y racionalidad es la base para generar
el espacio arquitectónico. Para que los
estudiantes puedan iniciarse en la disciplina
desde este enfoque, ellos atraviesan por
un proceso de “re-conocimiento”. Se pone
en conicto su forma de percibir el mundo
y se rompe con aquellos paradigmas
preconcebidos sobre la arquitectura, para
de esta manera, vislumbrar su quehacer
disciplinar desde una mirada crítica y
consciente. Este es uno de los mayores
retos dentro de la metodología, ya que el
rol del estudiante tiene un componente
reexivo desde que inicia la carrera.
Como parte de su proceso práctico,
es importante destacar que este se va
moldeando y transformando con el paso del
tiempo, pero es justamente en los talleres
iniciales y formativos en los cuales se dejan
las bases para proyectar arquitectura. La
coherencia entre forma, función, estructura
e incluso material deriva de un claro
entendimiento de las intenciones en relación
con el espacio. Cuando existe orden, la idea
se expresa con mayor facilidad. Asimismo,
no se puede decir que forma por forma
es arquitectura, ya que si está carece de
sentido, se convierte en una composición
escultórica o meramente plástica que no
responde a una intención espacial. Caer
en esta condición puede signicar un
riesgo dentro de la metodología, por lo
que, la labor del docente como tutor que
guía el proceso individual del estudiante es
fundamental para alcanzar los resultados
propuestos.
Es así que, el bagaje de
información con relación a la composición
en dos y tres dimensiones permite asentar
el conocimiento de los elementos que
son parte intrínseca de esta disciplina
técnica y artística, buscando que el
estudiante pueda aplicar lo aprendido
desde la complejidad de primer nivel.
El uso de trazados reguladores genera
una organización desde los principios
compositivos y las intenciones propias
que se quieran plasmar. El desarrollo del
proyecto arquitectónico, en este caso,
plantea la interrelación de espacios que
funcionan en conjunto bajo la premisa
de la composición. Que el estudiante en
su primer nivel, entienda un lenguaje, se
cuestione sobre la problemática de la
forma, y proceda a aplicar lo aprendido
en un proyecto denota un acierto dentro
del proceso disciplinar, ya que entiende la
razón de ser de las cosas y le da un sentido
al espacio creado, que, en otras palabras,
presenta una aproximación inicial de
ideas que a través de la composición se
concretan.
Por otro lado, el desarrollo
tridimensional realizado mediante el
uso de maquetas físicas permite una
continua exploración tanto espacial
como compositiva. La condición de
probar, equivocarse, modicar, redenir y
presentar su resultado, propicia un salto
creativo para el estudiante, considerando
una forma de encontrar la solución
desde el error. Esto le permite también
ser autocritico y exible al momento de
afrontar su propio proceso de diseño.
Es así que, como resultado a la
metodología planteada, se determina que
el estudiante puede desarrollar diferentes
habilidades como:
- Aprender a observar y abstraer, siendo
estos mecanismos básicos de la disciplina
- Desarrollar un pensamiento creativo,
crítico y reexivo
- Aplicar con claridad y de manera
racional el lenguaje arquitectónico, desde
los elementos y principios compositivos,
como recurso propio de la Arquitectura
- Romper paradigmas formales, buscando
la razón que existe detrás de las cosas
- Descubrir su propio proceso de diseño
desde el inicio de la carrera
6. CONCLUSIONES
Después de más de dos años
de haber aplicado esta metodología
en Diseño Arquitectónico y Urbano I,
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la búsqueda de la racionalidad en la
arquitectura, desde los primeros niveles
es lo que engloba el taller. Comprender el
lenguaje arquitectónico y la composición
como el medio para proyectar una idea,
visualizar desde lo abstracto a lo tangible
y perceptible, y llegar a la esencia pura
de las cosas son los resultados que
se alcanzan a partir de este proceso.
El desarrollo coherente entre forma,
estructura y uso como parte fundamental
del proyecto arquitectónico en el nivel
inicial que se maneja, da una pauta clara
a una arquitectura que se espera tenga
esa misma racionalidad durante todo el
proceso académico.
Con esta metodología se genera
un antes y un después en la enseñanza
de la arquitectura. No se puede proyectar
el futuro de la disciplina, sin entender
la teoría que la acompaña y más aún el
lenguaje que permite entenderla. También
es importante destacar que el estudiante
va generando su propio estilo en su
descubrir arquitectónico, por lo cual se
debe potenciar su marca personal en este
proceso.
Qué continúa es una de las
principales interrogantes, siendo este un
tiempo de cambios y nuevas adaptaciones.
Es por ello que se prevé que la arquitectura
continúe desarrollándose, evolucione e
incluso pueda mutar. Sin embargo, el
lenguaje arquitectónico y el carácter
compositivo-espacial es el que puede
perdurar aún al paso del tiempo. Además,
esto anticipa al estudio tipológico de la
arquitectura, complejidad que puede
ser trabajada en niveles superiores.
Por lo tanto, no se inventa una nueva
forma de hacer arquitectura, pero si se
puede tener diferentes aproximaciones
que decanten en proyectos lógicos,
coherentes y racionales. Todo proceso es
mejorable por lo que la propuesta de esta
metodología de enseñanza-aprendizaje
signica solo el inicio para retomar
la verdadera esencia de lo que es la
arquitectura en sí, desde un pensamiento
humanista y universal.
7. NOTAS
1 No confundir con posmodernidad. En
este caso, Franco Purini lo utiliza como
término peyorativo al referirse a esta
como una tergiversación o deformación
de la posmodernidad. Recordemos que
Purini hacía una revisión crítica de la
modernidad, por lo tanto, la tendenza es
coyuntural a la posmodernidad.
2 Reérase a “extra-arquitectónico” como
todo tipo de disciplina que no pertenezca
a la arquitectura.
3 Malla Curricular A 201, PUCE-FADA.
4 Facultad de Arquitectura, Diseño y
Artes. Ponticia Universidad Católica del
Ecuador.
5 Las cursivas corresponden a los autores.
6 Conocimiento inteligible.
7 Cocimiento sensible.
8 El mismo lenguaje organizado de una
manera u otra puede construir tanto textos
vulgares y mediocres como también una
obra monumental como la Divina Comedia.
9 Referido al orden, relaciones y reglas
gramaticales para la construcción de un
texto. En el caso de la arquitectura, vienen
a ser las relaciones entre sus elementos
fundamentales para la concepción de un
proyecto o edicación.
10 Referido al signicado de los textos o
expresiones del lenguaje.
11 Alusión ligada a procesos que resultan
en un carácter formalista.
12 Alusión ligada a procesos escultóricos
o plásticos dejando de lado otras
complejidades concretas.
13 Bajo el concepto de “habitar” según
Heidegger, este adquiere una dimensión
trascendental puesto que, en su etimología
germánica, habitar va más allá del cobijo
siendo esta: permanecer, construir, estar,
pensar, entre otras.
14 Charla magistral Taller PUCE-FADA
2020. Archivo particular de los autores.
15 No confundirse con edicación.
16 En el siglo XXI: Crisis de la Globalización,
Auge de nacionalismos, Pandemia
ISSN:1390-5007 BENAVIDES, J., REVELO, N. - El problema de la forma como propuesta metodológica: El caso de los Talleres de Diseño Arquitectónico y Urbano de la PUCE FADA . pp. 61-71
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COVID-19, entre otras. Mientras que en
el siglo XX: Consecuencias de la Primera
Guerra Mundial, Pandemia de la Gripe
Española, Consecuencias de la Revolución
rusa, recesión y crisis económica de los
años veinte.
17 Demiurgo como “hacedor” o “artíce”
18 Poiesis y poiein en su forma verbal,
en su raíz etimológica signica: ‘crear’,
‘concebir’ o ‘dar a luz’.
19 Charla magistral Taller PUCE-FADA
2020. Archivo particular de los autores.
20 Para el entendimiento de lo
“infraordinario”, se considera la
concepción de Georges Perec (2008) en
Lo infraordinario y de Francesco Careri
(2002) en Walkscapes.
8. REFERENCIAS
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Rossi, A., y Vitale, D. (1979). Arquitectura
racional. Alianza Forma.
Boullée, E. L. (1985). Arquitectura: ensayo
sobre el arte. Gustavo Gili.
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Architectonica. Mairea .
Campo Baeza, A. (2016). Varia
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Chastel, A., y Klein, R. (1971). El
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Construction. Architectural Design Prole.
Curran, A. (2016). Aristóteles y la Poética.
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Eisenman, P. (2017). 11+L: Una antología
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Ledoux, C. N. (1994). La arquitectura.
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Miranda, A. (2008). Columnas para la
resistencia: variaciones sobre ciudad,
arquitectura y subcultura. Mairea.
Miranda, A. (2013). Arquitectura y verdad:
un curso de crítica. Cátedra.
Ozenfant, A., y Jeanneret, C. E. (2004).
Acerca del purismo. Escritos 1918-1926.
El Croquis.
Purini, F. (1984). Arquitectura didáctica.
Colegio Ocial de Aparejadores y
Arquitectos Técnicos de Murcia.
Santo Tomás de Aquino. (2010). Suma
Teológica. Biblioteca de Autores
Cristianos.
BENAVIDES, J., REVELO, N. - El problema de la forma como propuesta metodológica: El caso de los Talleres de Diseño Arquitectónico y Urbano de la PUCE FADA . pp. 61-71 ISSN:1390-5007