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EÍDOS 21
2023
muy fuerte y en poco tiempo se conoció en
todo el mundo entero, a lo que contribuyó
la salida de varios artistas, arquitectos y
pensadores des Europa a Estados Unidos
y otros países del mundo.
A mediados del siglo XX llega a
Quito, en medio de un crecimiento amplio
de producción arquitectónica, que iban
desde elementos que conservaban su
carácter tradicional hasta arquitectura
con estilos frescos y nuevos traídos
generalmente del exterior.
La primera representación de
arquitectura moderna en Quito es “el
Palacio de Comercio (actualmente
el edicio del Banco La Previsora),
en la calle Espejo entre Guayaquil y
Venezuela” (Pino, 2004) un proyecto de
los arquitectos estadounidenses Hopkins
y Dentz. El carácter de la arquitectura de
este edicio, reeja el boom económico
que vivía la ciudad en esa época,
escenario perfecto para la llegada de
arquitectos extranjeros, sobre todo de
Europa dada la situación que atravezaba
el continente en ese momento (Segunda
Guerra mundial). Entre estos arquitectos
se encuentra Carlos Khon, Otto Glass,
Edwin Adler.
En esta época también
llegaron arquitectos latinoamericanos
quienes aportan al desarrollo urbano-
arquitectónico de la ciudad de Quito,
como Guillermo Jones Odriozola, quien,
con el apoyo y posterior dirección del
arquitecto Gilberto Gatto Sobral realizó el
primer plan regulador de Quito en 1942.
Con la aparición del Plan Jones se
incorporan nuevas áreas, especialmente
en el norte de la ciudad. Tuvo gran
inuencia el reconocimiento del límite
sur del sector (Av. Patria), como inicio
del área residencial de la ciudad. Luego,
y por primera vez, el municipio señaló
una política de segregación residencial,
estableciendo categorías de barrios
según su localización en urbanizaciones
de primera, segunda y tercera clase.
Avizorando el futuro de alta rentabilidad
de la zona, el municipio realizó grandes
inversiones en infraestructura provocando
la revalorización de sus tierras y su
consecuente especulación (Boada, 1993
p. 47).
de las dinámicas productivas dentro
de la ciudad; volviéndose un espacio
económicamente insostenible (Martinell,
2013).
Finalmente se revisó la
documentación del Instituto Metropolitano
de Patrimonio y del Ministerio del Instituto
Nacional de Patrimonio Cultural para poder
emitir un criterio con respecto al valor
que tiene y que pueden tener los Molinos
Royal. Se analizaron nueve parámetros
que consideran condiciones endógenas
y exógenas del elemento construido para
cuanticar y cualicar su importancia.
3. MOVIMIENTO MODERNO Y
PATRIMONIO EN CHIMBACALLE
A inicios del siglo XX, vio la luz
en Europa el Movimiento Moderno, una
corriente de pensamiento que se formó
bajo una estructura sólida que traspasó
fronteras y abarcó casi todo el planeta.
La arquitectura moderna, en sus tres
fases, contempló principios sólidos que
se gestaron bajo una conmoción social,
económica, ideológica, técnica y cientíca
que se desarrollaron en un espacio tiempo
durante dos siglos.
En este contexto, el capitalismo de
la época, llega a su máxima expresión,
el imperialismo, y posteriormente la
globalización, y así se produce un
fenómeno a lo que Zygmunt Bauman llama
“la modernidad líquida”, “y consumista,
donde todo, incluso el individuo, es algo
exible y susceptible de adoptar el molde
político o social que lo contiene, en lugar
de sus generaciones anteriores donde
valores y dogmas eran algo sólido” (La
Nación, 2017).
El valor social fue el principio
más fuerte bajo el cual se desenvolvió
el movimiento moderno en sus primeras
instancias, esta fue su “bandera de lucha”
con la que todos caminaron siguiendo este
gran ideal. Mientras el tiempo pasaba,
a pesar de congresos, exposiciones,
teorías, etc., este pensamiento fue
desapareciendo, lo que desmotivó a la
mayor parte de sus pensadores y les obligó
a separarse lo que ocasionó la caída o el
principio del n del movimiento. A pesar
de su fracaso, el poder de divulgación fue
ISSN:1390-5007 ROJAS, et al. - Del abandono a la oportunidad. Caso Edicio Molinos Royal. pp. 73-83