TSAFIQUI | Revista Científica en Ciencias Sociales  
Nº 17, 2021 | ISSN 1390-5341 - eISSN 2602-8069 | Universidad UTE  
Estrategias lectoras para el desarrollo  
del pensamiento crítico  
Reading strategies to develop critical thinking  
Verónica Patricia Simbaña Gallardo. Universidad Central del Ecuador  
Ruth Anahí Santillán Jiménez. Universidad Central del Ecuador  
Alba María Ramírez Conchambay. Universidad Central del Ecuador  
Mery Marina Pilaguano Pullopaxi. Universidad Central del Ecuador  
RESUMEN  
Actualmente se puede observar que existe un vacío en la implementación de estrategias de lectura que desarrollen el pensamien-  
to crítico en estudiantes de las instituciones educativas por parte de los docentes. Es importante entender que la lectura es una  
de las principales actividades para el desarrollo cognitivo del ser humano, por ello, es importante implementar estrategias de  
lectura que permitan al estudiante promover el desarrollo del pensamiento crítico. Tomando en cuenta que la educación actual  
se basa en competencias y busca el desarrollo de habilidades cognitivas que permiten al estudiante generar un pensamiento  
crítico que se traduzca en la capacidad del estudiante para resolver problemas en la vida cotidiana. En este artículo se realizó  
una investigación cualitativa bibliográfica de desarrollo con el objetivo de proponer las estrategias de lectura que conduzca a  
fomentar el pensamiento crítico en estudiantes. Así mismo, los docentes pueden guiar a través de las estrategias propuestas para  
fomentar el desarrollo de esta habilidad. Estas estrategias de lectura propuestas para el desarrollo del pensamiento crítico en  
estudiantes consisten en promover al estudiante a pensar de críticamente en la toma de decisiones y en la solución de problemas  
en la sociedad.  
ABSTRACT  
At present it can be observed that there is a gap in the implementation of reading strategies that develop critical thinking in  
students of educational institutions by teachers. It is important to understand that reading is one of the main activities for the  
cognitive development of the human being, therefore, it is important to implement reading strategies that allow the student to  
promote the development of critical thinking. Taking into account that current education is based on competencies and seeks  
the development of cognitive skills that allow the student to generate critical thinking that translates into the student’s ability  
to solve problems in everyday life. In this article, a qualitative bibliographic development research was carried out with the aim  
of proposing reading strategies that lead to promote critical thinking in students. Likewise, that teachers can guide through  
the proposed strategies to promote the development of this skill. ese proposed reading strategies for the development of  
critical thinking in students consist of promoting the student to think critically when making decisions and solving problems  
in society.  
PALABRAS CLAVE| KEYWORDS 86-96  
Estrategias, lectura, pensamiento crítico, competencia, habilidad cognitiva.  
Strategies, reading, critical thinking, competence, cognitive ability.  
Recibido: 24/8/21 - Aceptado: 26/11/21 - Publicado: 1/12/21 | Páginas: 86-96  
INTRODUCCIÓN  
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El objetivo de este artículo es proponer estrategias de lectura que desarrollen el pensamiento crítico, dado  
que la educación formal en todos sus niveles debe promover la lectura como medio de reflexión crítica en estu-  
diantes, que le permitan la toma de decisiones en todos los ámbitos de su vida. Morales (2011) sostiene que “se  
debe motivar al estudiante a analizar desde varias perspectivas, a argumentar y sustentar las ideas como también  
a identificar implicaciones, causas y efectos de un problema” (p. 68). En la actualidad, los estudiantes tienen un  
proceso de información parcial, donde están próximos a una comprensión lectora pero no a una competencia y  
se alejan de una reflexión crítica de lo que leen.  
Por lo cual, es fundamental que los estudiantes desarrollen habilidades de compresión, reflexión y resolución  
de problemas por medio de la lectura. Estas habilidades no siempre se desarrollan adecuadamente en estudiantes  
debido a un desconocimiento por parte de los docentes respecto a la aplicación de estrategias de lectura. Por  
ello, este artículo busca presentar estrategias asertivas que permitan a los estudiantes poder desenvolverse en  
su entorno con la capacidad de comprender y entender de manera crítica lo que sucede, generando respuestas  
y soluciones que contribuyan al bien común. Con esto, se plantea la interrogante ¿Cuáles son las estrategias de  
lectura que desarrollan el pensamiento crítico en los estudiantes?  
El artículo está estructurado inicialmente por información teórica sobre la lectura; su importancia, procesos y  
estrategias de lectura, dando paso al pensamiento crítico; su valor, importancia y desarrollo. Por consiguiente, se  
ha utilizado la metodología de revisión bibliográfica, donde se ha seleccionado autores y las estrategias sustentadas  
por cada uno de ellos para dar paso al análisis de las óptimas para ser aplicadas en el ámbito educativo ecuatoriano.  
CONCEPTOS RELACIONADOS  
Lectura  
Una de las principales actividades para el desarrollo cognitivo del ser humano es la lectura. Para su desenvol-  
vimiento se involucra la relación social y cultural, por lo tanto, la lectura según Bach (2019) “no es una actividad  
que evolucione naturalmente en el niño, sino que necesita de la influencia sociocultural para desarrollarse” (p.  
3
5). Según lo establecido, la lectura no es una facultad nativa del ser humano, sino que, por lo contrario, requiere  
de la enseñanza y el desarrollo de estrategias necesarias para que esta habilidad se desarrolle.  
Por tanto, la lectura es un proceso intelectual desarrollado por el ser humano de manera natural, hecho por el  
cual, puede ser desplegada de manera visual o gráfica (letras, ideogramas, signos), táctil (sistema Braille) o sonoro  
(
código Morse). En cualquiera de las formas anteriormente mencionadas, el objetivo principal será la compren-  
sión e interpretación de un lenguaje determinado dependiendo de la cultura y conocimientos del individuo en  
particular. Así, “La lectura es comprender, y este acto implica el ejercicio de habilidades mentales superiores tales  
como: predecir, inferir, analizar, sintetizar, entre otras” (Santiago et al., 2005). Es decir, el objetivo de la lectura  
es la comprensión del lenguaje por medio de las habilidades ampliadas por el individuo.  
Tipos de lectura  
La lectura al ser de suma importancia para la decodificación de signos y símbolos del lenguaje necesita ser  
complementada por varias técnicas de comprensión lectora para su respectiva interpretación. Es así, cómo, el  
contexto cumplirá un papel importante en el momento de la interpretación en inferencia de textos y por tanto el  
acto de leer al ser una actividad tendrá que ser desarrollado a través de diferentes tipos y técnicas de lecturas. De  
esta manera, Guáqueta, (2019) así como Castillero, (s.f.) clasifican a la lectura de la siguiente manera:  
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Figura 1  
Lectura y tipos  
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Adaptado de: Guáqueta, 2019; Castillero, s.f.  
Tomando en cuenta la figura 1, se puede decir que la lectura es esencial para el ser humano, ya que es la llave  
del conocimiento, pues la información importante y nutritiva se adquiere leyendo. Por lo tanto, cumple como  
un factor fundamental para el desarrollo de las competencias básicas de cualquier individuo para enfrentarse a  
la vivencia en sociedad. El individuo será capaz de mejorar la expresión oral y escrita además de adquirir un len-  
guaje más fluido. Finalmente, la lectura potencia la capacidad de observación, atención, concentración, facilita la  
recreación de la fantasía, y de igual modo, el desarrollo de la creatividad.  
ESTRATEGIAS DE LECTURA  
Las estrategias de lectura pueden ser entendidas como las formas, maneras y métodos para que los individuos  
comprendan lo que leen. Para esto, Solé (1992) manifiesta que las estrategias “tratan actividades intencionales  
que se llevan a cabo sobre determinadas informaciones, ya sean orales, escritas o de otro tipo, con el fin de adqui-  
rirlas, retenerlas y poder utilizarlas” (p. 3). Dicho de otra manera, estos procedimientos efectuados con secuen-  
cias tienen como fin la utilización y puesta en práctica para la comprensión lectora.  
Por ello las estrategias están en permanente actuación e íntimamente relacionadas en el acto de lectura, y se  
desarrollan o modifican duran te la lectura, aun cuando no se esté muy consciente de que esto ocurre.  
PROPÓSITO DE LAS ESTRATEGIAS DE LECTURA Y SU CLASIFICACIÓN  
El propósito de las estrategias de lectura para desarrollar el pensamiento crítico consiste en que los y las estu-  
diantes sean capaces de razonar, inferir, interpretar, resolver problemas por sí mismos dentro y fuera del entorno  
educativo. Por ello, las estrategias cumplen un papel importante en este desarrollo cognitivo y de criticidad.  
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Estas estrategias permiten que los lectores sean personas autónomas capaces de aprender y adquirir conoci-  
mientos por medio de un libro, y así mismo, tener la habilidad de defenderse en cualquier situación que se les  
presente en la cotidianeidad ligados a la criticidad de cualquier índole. Entre la gran variedad de estrategias de  
lectura para llegar a un entendimiento profundo y asertivo a criterio personal, son las siguientes:  
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Incentivar a la autonomía: de esta forma los y las estudiantes aprenderán a pensar y a opinar por su cuenta  
propia. En donde buscarán compartir y expresar su modo de pensar de manera responsable. Así se creará  
condiciones en donde se hará referencia al propio pensamiento.  
Crear espacios de debate: esto permitirá que los y las estudiantes sean más críticos y reflexivos.  
Destinar tiempo y espacio para realizar la lectura en silencio con el fin de focalizar los pensamientos en la  
información que se está procesando y realizar una reflexión de la misma.  
Considerar las palabras desconocidas y conocidas: esto con el objetivo de llegar a una comprensión pro-  
funda del texto. En donde, las palabras desconocidas se tendrán que clasificar en importantes y no impor-  
tantes. Y a su vez, las palabras importantes reconocer cuáles se podrían deducir según el contexto de la  
oración, o, por lo contrario, no se puede deducir y se deberá acudir al diccionario.  
Leer y releer: esto permitirá también llegar a la reflexión y criticidad del texto. También logrará que la  
persona sea capaz de profundizar en el tema cada vez que lea, puesto que se dará cuenta de detalles que en  
la primera lectura se le pasó por alto.  
Realizarse preguntas antes y después del texto: su fin es sencillo, estará promoviendo a fomentar el pensa-  
miento crítico con preguntas como ¿qué espero del texto?, ¿qué haría yo?, ¿por qué es importante?, ¿quién  
lo dice?, ¿qué acontecerá después?, ¿qué solución puedo dar a tal conflicto?, etc. Las preguntas podrán  
ser: para comprobar implicaciones y consecuencias; para saber sobre puntos de vista y perspectivas; para  
explorar razones y evidencia; para comprobar conjeturas o supuestos; o a su vez, preguntas conceptuales  
aclaratorias.  
Justifica tus respuestas: en este caso se deberá explicar con argumentos válidos y concretos las respuestas,  
dando las razones del porqué y a su vez, comparando con los demás compañeros de clase. Permitirá así  
expresar los pensamientos propios del individuo en donde se verá reflejado su nivel de argumentación,  
criticidad y reflexividad.  
Todas las estrategias tratadas servirán de mucha ayuda para desarrollar un pensamiento crítico y de reflexión  
en los y las estudiantes. Asimismo, se debe tomar en cuenta que para el desarrollo óptimo de la criticidad influye  
mucho el nivel emocional y cognitivo del estudiante, por lo que en la siguiente ilustración se presentará breve-  
mente la clasificación de estrategias que abarcan el pensamiento crítico propuesta por Paul y Elder (2003):  
El desarrollo del pensamiento crítico por medio de las estrategias presentadas en la figura 2 permitirá, de  
acuerdo con las estrategias enumeradas anteriormente, que los lectores desarrollen varias capacidades, entre ellas,  
la afectividad, las macro capacidades y micro capacidades en el ámbito cognitivo, con el objetivo de crear seres  
críticos con autonomía y pensamiento propio para que se puedan desenvolver competentemente en el ámbito  
educativo y social. La importancia de estas estrategias se rige por el deseo de aprender de cada individuo, si este  
deseo no existe, la existencia de estas actividades y procedimientos sería en vano.  
PROCESO DE LECTURA  
El proceso de la lectura desde el punto de vista de Auquilla (2017) “corresponde al conjunto de pasos a seguir,  
para llegar a la comprensión de los textos de lectura” (p. 21). Para llegar a comprender una lectura se necesita de  
un proceso adjunto de estrategias para procesar la información de un texto. El proceso de lectura se puede definir  
como los pasos que siguen las personas al leer, además, les permite comprender bien un texto sin que se les difi-  
culte. Estos pasos o etapas son conocidas como: prelectura, lectura y poslectura.  
En la prelectura, el/la estudiante se plantea una situación comunicativa, se cuestiona para qué va a leer el  
texto. Esta cuestión se relaciona con el tipo de texto que va a leer o la situación a la que se enfrenta y debe  
resolver.  
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En la etapa de lectura, se explica de una manera precisa qué busca ese tipo de texto, para qué se usa y cómo  
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se escribe.  
Por último, en la pos lectura se puede hacer algunas preguntas que ayude al estudiante a configurar un  
esquema del contenido del texto.  
Figura 2  
Estrategias del pensamiento crítico  
Adaptado de: Richard Paul y Elder 2003, pp. 46-47.  
EL PENSAMIENTO CRÍTICO  
El pensamiento crítico es la capacidad de opinar o manifestar un punto de vista personal acerca de cualquier  
tema, contenido o problema que se usa para analizar, argumentar o resolver dificultades. Marín y Gómez (2015) lo  
definen como “un proceso cognitivo por el cual el individuo es capaz de determinar si lo que decidió es razonable,  
y además es un elemento esencial para la resolución de problemas, y ejercer la creatividad” (p. 9). Esto quiere decir  
que es un proceso reflexivo centrado en tomar decisiones razonadas por medio de las preguntas ¿qué creo que es  
lo correcto?, ¿qué debería hacer? Todo esto con el fin de obtener la mejor respuesta a las dudas y así llegar a tomar  
buenas decisiones por medio de un análisis reflexivo en el cual haya intervenido varias preguntas y respuestas.  
Por lo tanto, se puede afirmar que el pensamiento crítico es el juicio deliberado y autorregulado que se usa para  
interpretar, analizar, evaluar e inferir. Es la manera de pensar, en la que la persona mejora la calidad de su pensa-  
miento apoderándose de las estructuras propias del acto de pensar. Un pensador crítico debe ser capaz de procesar y  
reelaborar la información que recibe, y creativo para generar ideas alternativas, soluciones nuevas y originales.  
De este modo, el pensamiento crítico incita a la averiguación, de querer estar siempre informado, la concien-  
cia de usar el pensamiento, la seguridad de la razón, con mente accesible teniendo distintas perspectivas. Por su  
parte, Begoña (2015) extiende la concepción anterior sobre el pensamiento crítico, pues menciona las destrezas  
que provoca “la habilidad de analizar hechos, generar y organizar ideas, argumentar opiniones, discriminar, reali-  
zar inferencias, evaluar razones y resolución de problemas” (p. 25). Un pensamiento crítico es aquel que se centra  
en la revisión, evaluación y repaso de lo que se entiende, se procesa y se comunica mediante los otros tipos de  
pensamiento. Por tanto, el pensador crítico es aquel que es capaz de pensar por sí mismo.  
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ELEMENTOS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO  
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Todo pensamiento tiene un objetivo. Hay que identificar un propósito que sea real, consistente y justo. Pen-  
sar críticamente significa poder desarrollar un criterio propio y tener la capacidad de tomar decisiones por uno  
mismo. Es por esto que el proceso del pensamiento crítico implica varios elementos que lo diferencian de otras  
formas de pensar. Morales (2011) menciona cuáles son estos elementos del pensamiento crítico “supuestos, pun-  
tos de vista, pregunta en cuestión, propósito del pensamiento, interpretaciones, conceptos e información” (p.  
6
5), cada uno de estos elementos deben ser sometidos a un análisis y a su propia consideración.  
Según lo establecido, los elementos del pensamiento crítico es esa forma de utilizar el pensamiento que nos  
lleva a cuestionar lo que en nuestro entorno se considera verdad, la opinión de los expertos o quizá la forma de  
pensar y actuar de otros frente a un suceso. Estos elementos llevan a pensar en otras formas de ver la realidad,  
crear soluciones nuevas, encontrar la razón de las cosas, su significado más profundo y objetivo, que en definitiva  
buscan siempre el progreso.  
CARACTERÍSTICAS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO  
El pensamiento crítico incluye una compleja combinación de habilidades como se ha mencionado anterior-  
mente, pero también posee un conjunto de características, ya que la persona que maneja adecuadamente el pen-  
samiento crítico hace uso de un buen razonamiento y análisis. Pero también existen ciertas características o virtu-  
des intelectuales de un pensador crítico, que son presentadas por Paul y Elder (2003) en la siguiente ilustración:  
Figura 3  
Características o virtudes intelectuales de un pensador crítico  
Fuente: Paul y Elder, 2003, p. 15.  
Si se observan las características o virtudes intelectuales de un pensador crítico que se muestran en la figura 3, se  
observa que las características implican enfoques como la reflexión, integridad, imparcialidad, humildad, etc., todas  
ellas apoyadas en la intelectualidad del pensador directamente. Así, influyen tanto en la apertura para no juzgar  
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ideas al principio del proceso y el manejo de todas las ideas como fuente de algo potencialmente útil. Basándose  
principalmente en estas características puede decirse que el pensamiento crítico es una competencia que el estudian-  
te puede y debe desarrollar mediante un procedimiento de reflexión, análisis y perseverancia intelectual.  
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LA LECTURA Y EL PENSAMIENTO CRÍTICO  
Es importante señalar que el y la estudiante debe sentir que en la clase puede expresarse libremente y con la  
orientación pedagógica necesaria. En este contexto, el rol del o la docente es el de facilitar procesos de interapren-  
dizaje (lectura y pensamiento crítico). Es decir, crear puentes entre conocimientos previos y nuevos, incentivar la  
lectura y realizar preguntas que incitan a la reflexión. Morales (2011) sostiene que “se debe motivar al estudiante a  
analizar desde varias perspectivas, a argumentar y sustentar las ideas como también a identificar implicaciones, cau-  
sas y efectos de un problema” (p. 68). Todo esto con el fin último de que los y las estudiantes sean autónomos en su  
desarrollo y debe ser capaz en una didáctica del pensamiento crítico: un estudiante que es motivado por su docente  
a ser más crítico puede aplicar esta capacidad no solo a una materia, sino que es una capacidad interdisciplinaria.  
Un estudiante no solo debe aprender sobre Ciencias, sino que debe aprender a resolver científicamente problemas.  
No solo debe aprender sobre Cívica, sino que además debe aprender cómo conducirse de manera responsable  
y cooperadora con los que lo rodean. No solo debe aprender Matemática, sino también a razonar y calcular para  
plantear y resolver problemas. No solo debe aprender a leer y escribir, debe adquirir el hábito de estar informado  
a través de la lectura para definir formas de pensar y expresarlas a través de la escritura. En este sentido, Moreno  
(
2011) propone la relación de la lectura con el pensamiento crítico y las capacidades que se incluyen. Se ha reali-  
zado un esquema que habla sobre ello en la siguiente figura.  
Figura 4  
Relación de la lectura con el pensamiento crítico  
PENSAMIENTO HABILIDAD  
LECTURA  
Ser consciente de un estímulo a través de  
los sentidos.  
Percibir  
Es cuando se reciben los signos.  
Se desarrolla cuando, a partir del texto, se ven los  
bloques del texto y sus componentes.  
Advertir o estudiar algo con atención  
Observar  
Ser capaz de reconocer una diferencia o de  
separar las partes o aspectos de un todo.  
Se desarrolla cuando se es capaz de separar hechos  
acontecidos en el texto.  
Discriminar  
Cuando se utiliza lenguaje propio para llamar la  
realidad textual.  
Utilizar la palabra para identificar algo.  
Nombrar- identificar  
Emparejar  
Unir por parejas según la similitud de  
características.  
En la lectura se encuentran realidades similares  
mencionadas a partir de términos diferentes.  
Distinguir las partes o los aspectos especí-  
ficos de un todo.  
El estudiante puede descubrir la configuración del  
texto trabajado, además de la microestructura.  
Identificar detalles  
Fuente: Moreno, 2011, p. 27.  
La figura 4 sistematiza la relación entre la lectura y el pensamiento crítico y las capacidades que el estudiante  
construye en este proceso. La lectura muestra lo que el estudiante debe hacer, por ejemplo, descubrir la configura-  
ción de un trabajo realizado mediante la identificación de detalles para así poder distinguir las partes específicas  
de un todo. Además, a través de la lectura, el estudiante desarrolla la argumentación y sustentación de ideas como  
también la identificación de implicaciones, causas y efectos de un problema.  
Entendiendo que la lectura es un proceso organizado que parte de una presentación y lleva al lector a tomar  
decisiones sobre su acuerdo o desacuerdo con lo planteado, orienta su perspectiva sin alejarse del tema y aportan-  
do los elementos pertinentes. Cuando el estudiante lee utiliza su propio lenguaje y pensamiento. Por eso leer es la  
llave que abre las puertas a un lenguaje rico y elaborado para desarrollar un pensamiento crítico.  
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HABILIDADES DEL PENSAMIENTO CRÍTICO  
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Poseer un pensamiento crítico involucra desenterrar significados más profundos y sutiles, examinar supuestos  
y sesgos ocultos e identificar significados en función del lenguaje. Mackay-Castro, Franco-Cortázar, y Villa-  
cís-Pérez (2018) sostienen que “el pensamiento crítico es aquella habilidad que las personas desarrollan a medida  
de su crecimiento profesional y de estudios, y que a través de la cual les permite realizar un proceso de toma de  
decisiones acertado” (p. 336). Esto implica un conjunto de habilidades que el sujeto debe ser capaz de realizar.  
Las habilidades del pensamiento crítico implican un aprendizaje activo y significativo en el que el significado  
se construye por medio de la interacción y el diálogo para desarrollar la curiosidad, el cuestionamiento, la re-  
flexión y el aprovechamiento de conocimientos. Marciales (2003) agrega un elemento más a los anteriores y seña-  
la que es “la capacidad cognitiva de juzgar. No solo de una mente estructurada y lógica, sino también en función a  
valores y principios éticos y en un manejo adecuado de las emociones” (p. 54). La discriminación es la capacidad  
de juzgar la buena calidad de algo. Esta capacidad está relacionada porque transmite ideas, culturas e ideologías.  
Además, se requieren las habilidades de resumir, toma de decisiones y toma de posición basada en evidencias.  
La síntesis no es lo mismo que copiar y pegar información, sino que requiere que el estudiante procese e interac-  
túe con el texto.  
METODOLOGÍA  
Esta investigación es cualitativa, bajo un diseño no experimental y documental. Según Bernal (2010), la in-  
vestigación documental consiste en analizar la información escrita sobre un tema en específico, con la finalidad  
de establecer relaciones, así como también las diferencias, las etapas, las posturas o los estados actuales del co-  
nocimiento relacionado al tema objeto de estudio, que en el caso de este estudio estaría dirigida a toda aquella  
información que tiene que ver con las dos variables de la investigación estrategias lectoras y pensamiento crítico.  
La información se obtendrá con un muestreo probabilístico intencional basado en fuentes documentales prima-  
rias que constan de artículos científicos, libros, fuentes oficiales, informes técnicos, entre otros (Hurtado, 2015).  
Así, se realizó una búsqueda en bases de datos indexadas de alto impacto como Google Scholar, Elsevier,  
Dialnet, Scopus, para encontrar artículos, libros o documentos que se adaptaran a las variables de estudio, estra-  
tegias lectoras y pensamiento crítico, entre los que se encontraron Díaz et al. (2020), Solé (1992), Flores (2016),  
Paul y Elder (2003), entre otros.  
RESULTADOS  
Para que los y las estudiantes desarrollen un pensamiento crítico es importante que los docentes diseñen y  
promuevan estrategias lectoras que les permitan poder analizar, inferir, sintetizar, pero sobre todo comprender e  
interpretar su entorno. Para Díaz et al. (2020) se considera que formar un pensamiento crítico en los estudiantes  
parte no solo de ejercitar o practicar las habilidades de indagación y razonamiento, sino además de estimular su  
comprensión lectora, ya que es esta la que conduce a desarrollar ese sentido crítico que da vida al pensamiento  
crítico que se busca que tenga el estudiante.  
Pero los autores además recomiendan que estas son acciones que deben ser fomentadas desde una edad muy  
temprana, es decir desde los niveles primarios de la escuela, los docentes tienen que estimular las adecuadas  
prácticas y hábitos mentales, así como la disposición del alumno a pensar, sin embargo, es aquí donde fallan los  
maestros, lo que trae consigo estudiantes con bajos niveles de lectura, redacción, escritura, argumentación, posi-  
ciones críticas, soluciones acertadas ante situaciones de su realidad.  
Por lo tanto, tal como plantea Solé (1992) las estrategias de comprensión lectora deben cumplir con una  
serie de requisitos como: i) tener un objetivo al cual perseguir; ii) la planificación de acciones que tengan como  
propósito alcanzar los objetivos trazados; iii) la evolución de estas acciones para determinar si es necesario im-  
plementar cambios.  
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Considera, además, que al ser estas estrategias procedimientos o se enseñan o no se enseñan, se aprenden o no  
se aprenden, pero ni maduran, ni emergen, ni aparecen. Tampoco deben ser consideradas técnicas, recetas o habili-  
dades, por el contrario, se debe priorizar que los y las estudiantes construyan y usen procedimientos de tipo general  
con los cuales la transferencia a actos de lectura múltiples y variadas no represente grandes dificultades, con lo cual  
se podrá asegurar el aprendizaje significativo más allá dé solo el fomento de las competencias lectoras en estudiantes.  
Por lo tanto, al ser posible que maestros y maestras puedan enseñar a sus estudiantes estas estrategias podrán de-  
sarrollar capacidades o competencias que les permita dar sentido a lo que leen, pudiendo llegar incluso a inferir cómo  
ese texto le puede servir en su entorno social. Esto se debe a que son acciones que no solo se realizan al momento de la  
lectura, sino antes y después, lo que se apoya en el pensamiento de Solé (1992) “lo más importante es saber lo necesario  
para saber más a partir del texto” (p.104) y se le puede agregar pudiendo determinar para que le será útil en su día a día.  
Ahora bien, Flores (2016) manifiesta que es necesario que los docentes, y va más allá al mencionar que tam-  
bién las instituciones educativas, deben promover el desarrollo de la lectura como un hábito, ya que la motivación  
que puedan tener los estudiantes hacia la misma condicionará si entienden y comprenden lo que leen, lo que in-  
variablemente puede afectar el desarrollo del pensamiento crítico, que como plantea Begoña (2015) consiste en  
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“formular hipótesis, ver un problema desde puntos de vista alternativos, plantearse nuevas preguntas y posibles  
soluciones a lo que lee” (p. 234), pero además promueve la creatividad, imaginación e innovación del estudiante.  
Para Flores (2016) es importante que los docentes puedan determinar los requerimientos de aprendizaje de sus  
alumnos, pero además ayudarlos a encontrar o descubrir por iniciativa propia el propósito que la lectura tiene en  
sus vidas, para que el desarrollo de esa competencia o capacidad pueda ser aplicada no solo en el área académica sino  
también en todos los aspectos de su cotidianidad, convirtiéndose con el tiempo en un lector o pensador crítico.  
Por eso se puede afirmar que el desarrollo de estudiantes con pensamiento crítico los convierte en individuos  
capaces de inferir, argumentar, establecer relaciones (así sean lejanas), deducen, escriben, consulta la opinión de  
otros, profundizan, identifican elementos, interpretan, entre otras cosas. Trata de valorar, aquilatar, dar juicios  
razonables sobre un texto, el lector crítico fabrica una opinión argumentada (Vásquez, 2015) y esto es lo que los  
docentes deben perseguir como objetivo en sus aulas.  
Esto en concordancia con lo establecido por Paul y Elder cuando consideran que un estudiante pensador cri-  
tico tiene que ser capaz de plantear problemas y preguntas de manera precisa y clara; puede evaluar información,  
pero también hace uso de ideas abstractas que le permitan descifrar y comprender la información; puede llegar a  
soluciones y conclusiones demostradas bajo estándares y criterios importantes. Además, poseen una mente abier-  
ta para abordar otros sistemas de pensamiento a los cuales reconocerán, evaluarán; son capaces de dar solución a  
problemas complejos. Se autodirigen, se autodisciplinan, se autorregulan y se autocorrigen (Paul y Elder, 2003).  
El desarrollo del pensamiento crítico en los alumnos propicia en ellos capacidades, competencias y habilida-  
des que los hacen independientes, despiertos, curiosos, creativos, incisivos, poco conformistas, ávidos de conoci-  
miento y capaces de dar solución a sus problemas y los de su sociedad. La lectura crítica y el pensamiento crítico  
deben ser parte de un “contínuum en el proceso de enseñanza-aprendizaje” (Delmastro y Balada, 2012, p. 30)  
que se construye en el salón de clases y donde no solo intervine lo que se quiere aprender sino también los que ya  
se conoce y las experiencias que el estudiante pueda tener ante los temas que se tratan.  
Es aquí cuando el modo de enseñar a los alumnos a pensar de manera crítica se hace importante, Paul y Elder  
2003) construyeron un modelo que posee una serie de componentes los cuales son:  
(
1
7
) objetivo o propósito, 2) preguntas; 3) puntos de vista; 4) información; 5) inferencias; 6) conceptos;  
) implicaciones; 8) supuestos, esta sería la primera parte de su modelo. Una segunda parte del modelo  
estaría constituida por una serie de estándares, estos son: a) meticulosidad, b) suficiencia, c) claridad, d)  
precisión, e) exactitud, f ) amplitud, g) profundidad, h) significancia, i) relevancia, j) realidad, k) razona-  
miento, l) consistencia, m) justificación, n) honestidad. (p. 22)  
Autores como Delmastro y Balada (2012) han considerado a este modelo difícil de aplicar para los docentes  
debido a la complejidad implícita de la terminología utilizada en los parámetros de valoración” (p. 30). Esto  
llevó a Delmastro y Balada (2012) a desarrollar un modelo que consta de tres fases:  
Primera fase: en esta fase se hacen actividades de prelecturas para despertar el interés, crear expectativas.  
Al ver la identificación del tema, extraer las ideas generales y algunos datos específicos de la lectura que se  
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hará, se hace una estrategia de lectura superficial: Experiencias previas, expectativas, tópico, idea general,  
ideas específicas.  
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Segunda fase: esta es una fase de nivel medio donde se hace una lectura crítica que tiene como propósito  
extraer y manejar la información suministrada por el autor o autores, se utilizara una estrategia de lectura  
intensiva: Extracción y manejo de la información. Análisis de la lectura sin salir de su sentido semántico.  
Tercera fase: es en esta donde se desarrolla el pensamiento crítico del estudiante a través de la estrategia  
de lectura profunda en la que docente orienta a pensar sobre los contenidos a evaluar, argumentar, contra  
argumentar, se promueve la emisión de juicios, hay transferencia de conocimiento y se aplica lo aprendido  
para resolver problemas. Se utiliza una estrategia de lectura profunda: Análisis, evaluación, valoración y  
aplicación de contenidos (p. 31).  
Para estos autores este modelo posibilita la reconciliación entre la lectura y el pensamiento crítico como parte  
de un solo proceso, haciéndolo compatible con las tres fases del proceso de lectura: pre-lectura, lectura y pos-lec-  
tura, lo que facilitaría a los docentes poder transformar a sus alumnos en lectores o pensadores críticos.  
Por su parte Solé (1992) considera que la inferencia y la predicción pueden ser tomar como estrategias lectoras,  
autores como Pernía y Méndez consideran que hacer inferencias ayuda a mejorar la comprensión de los textos o  
libros, también a fijar y recordar la información en ellos, pero va más allá y permite integrar esa información con  
los posibles conocimientos previos que se tenga sobre el tema que se está abordando en el texto que se está leyendo  
(Pernía y Méndez, 2018). A su vez, la predicción como estrategia para Solé (1992) es importante, ya que el estable-  
cimiento de predicciones permite hacer uso de los conocimientos previos del lector mejorando el objetivo que tenga  
el lector con la lectura que está realizando y asegura que “cuando el proceso de predicción no se realiza, la lectura es  
muy ineficaz, primero porque no se comprende y segundo porque no se sabe que no se comprendió” (p. 25).  
Así, los autores Pernía y Méndez plantean que una manera de que los docentes apliquen estrategias de predic-  
ción a sus estudiantes podría ser motivarlos a pensar y expresar sus ideas, a disfrutar de una lectura previa, a esta-  
blecer lo que quieren saber, a buscar y encontrar un espacio de lectura que les sea agradable, entre otras (Pernía y  
Méndez, 2018). En cuanto a las estrategias de inferencias podrían motivarlos a aprender en grupo, con otros de sus  
compañeros, usar pista que le ayuden a pensar cómo terminará o concluirá o como se podrían aplicar lo leído, hacer  
un ejercicio de conversación con el libro haciéndole preguntas y deteniéndose a pensar y a buscar las respuestas.  
Después de recorrer las diferentes opiniones de los autores, queda claro que una eficiente y eficaz comprensión  
lectora va de la mano con el desarrollo del pensamiento crítico, y que las estrategias proporcionan acciones que van  
encaminadas a transformar a los alumnos/alumnas de simples lectores a lectores críticos, aquellos cuyo pensamiento  
va más allá de la mera comprensión de las palabras y su posible significado, aquellos que son curiosos pero no se que-  
dan con su curiosidad sino que investigan para poder hablar con otros y argumentar, sin necesidad de imponer sus  
opiniones, solo refutando y dando ideas, reflexiones claras, precisas y sostenidas en la profundidad de lo que leen.  
Quienes al leer son capaces de crear o innovar no solo el pensamiento sino también lo físico.  
Pero para que esto suceda, los docentes de todos los niveles educativos, junto con los padres, madres, repre-  
sentantes y las instituciones educativas deben permitir y promover cambios que busquen la implementación de  
estrategias y dirección que los y las estudiantes necesitan para convertirse en esos lectores o pensadores críticos.  
CONCLUSIONES  
En conclusión, es claro que las estrategias lectoras que se utilicen para incentivar el pensamiento crítico en los  
alumnos y las alumnas no deben ser una receta preestablecida, por el contrario, los profesores, maestros o docen-  
tes tienen el deber y la obligación de examinar a su grupo y establecer cuáles son los requerimientos que tienen,  
hacia dónde se pueden dirigir con ellos. Existen múltiples y muy variadas maneras o estrategias que se pueden  
adaptar y desarrollar en los salones de clases y que no necesariamente tienen que ser iguales a las de los demás  
salones, pero que en concreto pueden dar mejores resultados que otras.  
Estrategias como colocar un tema o un texto, plantearle un resumen, preguntarles qué conocen sobre lo que  
aborda el texto, solicitarles digan que piensan, dejarles emitir opiniones, sin juzgarlos, antes de que lean texto,  
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Nº 17, 2021 eISSN: 2602-7069 - ISSN: 1390-5341 Páginas: 86-96  
orientarlo sobre las ideas que encontrarán, son estrategias iniciales, posteriormente una vez comenzado a leer el  
texto preguntar que han entendido, cuales dudas tienen, que piensan sobre lo ya leído, proponerles hacer uso  
de notas, mapas mentales, resúmenes, ubicación de ideas importantes, subrayados, compartir opiniones o ideas  
con sus compañeros, entre muchas más. Al finalizar la lectura impulsarlos a decir lo que en realidad piensa sobre  
la obra y como lo leído puede ser llevado a la realidad de cada uno y cuál puede ser la contribución que lo que  
plantea el autor tenga para la sociedad. Son solo algunas de las estrategias que se pueden desarrollar y aplicar en  
un aula de clase, es un gran reto para los educadores, pero los estudiantes necesitan desarrollar esta habilidad para  
que en su futuro como profesionales se conviertan en individuos que tomen decisiones enfocados no solo en sus  
intereses sino también en el del bien común. Al tener un pensamiento crítico desarrollado, los jóvenes podrán  
desenvolverse de una manera óptima dando a conocer sus habilidades y destrezas en el momento de tomar deci-  
siones, ejecutar algún trabajo en particular, e incluso, en el momento de conducir un diálogo, podrán mostrar su  
alto nivel de criticidad y reflexión que tienen a través de su desenvolvimiento.  
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