contar con una estrategia, es coartar la posibilidad de improvisación, y ejecutar las técnicas idóneas que permitan
alcanzar a cumplir los objetivos planteados, en función de las necesidades de la organización, así como la de sus
recursos disponibles. Para ello, se propone el método IPEE, el cual se aplica a cualquier tipo de actividad de rela-
ciones públicas, sin importar su magnitud. Este método se compone de las siguientes fases, y por ello sus siglas:
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Tabla 3. Elaboración propia, basado en Triadú y Xifra (2007)
Método IPEE
En esta etapa inicial, vital para conocer cada uno de los componentes de la intervención, y deter-
minar aspectos a corregir o mejorar, o potenciar.
Investigación
Es en esta fase en la que se define los objetivos, en función de los datos recopilados en la fase ante-
Planificación
rior, y se traza un eje de comunicación compuesto por los mensajes y tácticas.
Ejecución
En este punto, se implantan las actividades plateadas del plan o la campaña de relaciones públicas.
A lo largo de la ejecución del plan y al final de él, se debe evaluar los resultados obtenidos para
garantizar que éstos estén bien encaminados hacia los objetivos.
Evaluación
El método IPEE inicia con una etapa de investigación, pues como en cualquier proyecto, es imposible saber
qué hacer cuando no se sabe qué se tiene. Fontbona (2012) denomina a esta fase como investigacion formatiꢀa,
ya que está encaminada al aprendizaje que implica la comprensión del mundo y la comprensión de sí mismo
en permanente interrelación [...] donde lo fundamental es describir el estado de la cuestión de la problemática
que se desea tratar. (Fontbona, 2012, pg. 34). Esta etapa es de vital importancia para la estrategia, ya que sola-
mente conociendo el estado en cuestión, podremos generar un diagnóstico de la situación y determinar ciertos
elementos a atacar con las estrategias. “No investigar es como automedicarse, con la diferencia de que los pro-
blemas de salud tienen efectos físicos traducidos en dolor que nos llevan a buscar un diagnóstico profesional;
mientras que las carencias comunicativas no duelen, físicamente queremos decir” (Triadú y Xifra, 2007, pg. 11).
Es decir, una gestión comunicativa sujeta a la improvisación, sin estudios que justifiquen cada acción a ejecutar,
puede contraer serios problemas a una organización. Las carencias comunicativas se traducen en un sinnúmero
de problemas para la organización que pueden desembocar en grandes crisis. En este sentido, la investigación es
una etapa trascendental para el desarrollo de una estrategia, puesto que su grado de rigurosidad determinará el
nivel de acierto en cada uno de sus planes de acción. Carretón afirma que “la investigación incluye la definición
de públicos que intervienen en el problema de relaciones públicas en función de las consecuencias recíprocas
de sus comportamientos para lograr el diálogo constructivo”. (Carretón, 2014, pg. 48). Para esta etapa se ponen
en marcha diversos métodos y técnicas de estudio, tales como entrevistas, sondeos, grupos focales, paneles de
expertos, entre otros.
Posterior al levantamiento de datos y el respectivo análisis de la información, se pasa a la segunda fase de la
estrategia, la planificación. Es aquí en donde se otorga sentido a los resultados de la investigación, y se plantean
objetivos generales y específicos enfocados a mitigar problemas detectados y potenciar las oportunidades de me-
jora. Los objetivos deben cumplir los siguientes requisitos para que sean válidos en una planificación estratégica
“
evaluables, factible, asequibles, comprometedores, flexibles, comprensibles, aceptables, pertinentes y motivado-
res.” (Velásquez y Castillo, 2016, pg. 568). El siguiente paso es la identificación y segmentación de los públicos;
determinando aquellos que resultan pertinente, según los objetivos planteados.
Una vez hecho esto, se trazan acciones de relaciones públicas encaminadas al cumplimiento total de las metas
propuestas en función de las circunstancias y riesgos particulares analizados. Para lo cual, se diseña un mensaje
para cada unos de los públicos ya identificados y segmentados, y se definen los medios técnicos para transmitir
dichos mensajes. En otras palabras, se precisan las técnicas propicias para transmitir los mensajes creados a los
stakeholders, y en este sentido cumplir los objetivos planteados. En este punto cabe realizar una puntualización
entre los conceptos de estrategia, técnicas y tácticas.
En el marco del management se habla de la diferencia entre la estrategia y la táctica a partir de la alegoría del
combate; en donde la estrategia es la forma de orientar y guiar el combate; mientras que las tácticas se refieren a
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Páginas: 47-60 https://doi.org/10.29019/tsafiqui.v12i17.963 Nº 17, 2021